La Inteligencia Artificial… ¿Amiga o enemiga de los profesionales?

La IA no está diseñada para superar a los humanos en términos de inteligencia o habilidades cognitivas. En cambio, su propósito es ayudarnos a resolver problemas y realizar tareas de manera más eficiente y efectiva.

Por otro lado, la IA tiene el potencial de mejorar nuestras vidas de muchas maneras, desde la atención médica personalizada hasta la conducción autónoma de vehículos.

Al automatizar tareas mundanas, repetitivas, que no aportan valor y que las hace mejor una máquina, la IA nos permite centrarnos en actividades más valiosas, creativas y significativas, lo que puede mejorar nuestra calidad de vida.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA también puede tener efectos secundarios no deseados o imprevistos. Por ejemplo, la automatización puede eliminar ciertos trabajos o sesgar los sistemas de toma de decisiones. Está última parte la consideramos fundamental para un buen desarrollo de la IA, nos podemos dejar asesorar por máquinas, pero no dejar que tomen las decisiones por nosotros.

Por lo tanto, es esencial considerar cuidadosamente cómo se desarrolla, implementa y utiliza la IA para asegurarnos de que sus beneficios superen sus riesgos potenciales.

En nuestras manos está que está nueva revolución genere mejoras en las condiciones laborales y personales de todos los seres humanos.

Os dejamos un vídeo muy interesante… e inquietante… ‘Control Z: el fin de la realidad’.
Es la cronología de los próximos 10 años de la inteligencia artificial generativa y la grave crisis global que va a provocar si no lo remediamos.